TOULOUSE

Un paseo: aunque el viajero visitó la ciudad en condiciones especialmente inusuales, siempre recordará las plácidas caminatas a orillas del Garona o del Canal, junto a las barcazas y a los plácidos tolosanos que gozaban de la clemente primavera.
Un restaurante: La variada y energética dieta occitana tiene platos ineludibles de fama universal que no han perdido ni su sabor ni su vigor, de modo que, salvo por cuestiones endocrinas, el viajero los recomienda vivamente. Aunque modestos figones, tanto La Taverne de Brennus como Au Gascon ofrecen una carta acertada y económica. Véase, pues...
Una visita: Si se tiene algo más de tiempo, se recomienda una visita a la ciudad de Albi (que merece por sí sola una entrada en el blog) o a Cordes-sur-Ciel, sitios ambos con un perfume de historia sangrienta y heroica. En cambio, si el viajero no quiere alejarse tanto, la visita a la Cité de l'Espace o a la factoría Airbus podría ser sorprendentemente positiva. La opción más clásica de pasarse por Saint-Sernin no por modesta es menos atractiva.
Un recuerdo: Al viajero le gusta llevarse cosas menudas, objetos sencillos, perfumes suaves o, como en este caso, sonidos como el acento local, recio y directo, con pocas nasales y volumen alto, tal vez para entenderse mejor cuando se juega al deporte local.

Comentarios

  1. Para mí el acento de Toulouse es casi extranjero. Me encanta Cordes sur Ciel. Cuando estabas probando el cassoulet me tocaba cochinillo, entonces pescaito. Me voy dentro de poco a casa sin pararme en los madriles. Saludos andaluces.

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    1. Ya veo, Catherine, que compartimos ese gusto por el viaje pausado y con sobremesa.
      Un saludo
      JM

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  2. http://ginettegilart.blogspot.com.es/2013/02/la-cancion-toulouse-fue-compuesta-entre.html

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    1. Qué recuerdos me trae esa canción. No sabía que Nougaro había muerto. Precisamente regresé a España en 2004.
      Un saludo
      JM

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