GLASGOW
Un paseo: Sin saber qué encontraría, el viajero se internó en Glasgow y allí descubrió una ciudad bulliciosa y apta para vivir. Si bien el centro se presta a una caminata interesante, en los parques de la periferia se hallan las mejores escapadas verdes y urbanas, como el Pollok Country Park, que alberga la Pollok House y la Burrell Collection. De todos modos, allá donde vayamos, siempre habrá un remanso donde tomarse un refrigerio, como alguna iglesia reconducida al camino recto, como Cottiers.
Un restaurante: La oferta de sabores es amplísima y, si se sabe elegir, cada paladar encontrará su plato, local o de las partes más exóticas del mundo. Se puede comer a cualquier hora o casi, de modo que no hay excusa para regalarse un placer. El viajero se regaló muchos, todo hay que decirlo, pero se llevó un grato recuerdo de un escondido restaurante, Stereo (que tiene su alternativa en Mono), dentro de un edificio Art Déco muy simpático.
Una visita: Un viajero urbano tiene que prestarle mucha atención al entorno, porque así descubrirá cosas útiles para la vida. En Glasgow hay cosas imprescindibles como la obra de un admirable arquitecto, Charles Rennie Mackintosh, cuya obra puede visitarse detenidamente. El viajero propone la impresionante House for an Art Lover, para quienes se han cansado de tanto castillito.
Da gusto leerte Juan! voy a quedarme un ratito por aquí. De momento me apunto como seguidor para no perderme nada de lo que vayas publicando. Luego me daré una vuelta por tus otros blogs. Esto promete.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Aquí encontrarás de todo para pasar un rato agradable: comida, bebida, paisajes, monumentos..., eso sí, todo slow, que viajar con prisas no es bueno.
EliminarUn saludo
JM
Genial post y blog!
ResponderEliminarSaludos
Bienvenida a mi blog de viajes, espero que lo disfrutes. También tengo otros, sobre todo el de relatos juanmanuelsanchezmoreno.blogspot.com
EliminarUn saludo
JM