BURDEOS (BORDEAUX)

Un paseo: Burdeos tiene la facilidad de ser llana, y eso lo agradece el viajero de a pie. Esta ciudad tiene mucha variedad de espacios, desde las tradicionales calles señoriales hasta los arrabales más agitados, y todo ello en un ambiente apacible, muy meridional.
Una visita: Los amantes del vino tendrán en la capital girondina un motivo para considerar cada bodega una visita, o incluso podría interesarles la Cité du Vin, pero si se quiere ir más allá, habrá que prever un saltito a Saint Émilion, una ciudad impresionante. El viajero también recomienda acercarse a Pessac en autobús para admirar la Cité Frugès donde Le Corbusier construyó un espacio residencial vanguardista. Toda una sorpresa.
Un restaurante: Todo lo que el paladar desea y los médicos persiguen se encuentra en Aquitania, de modo que no le demos más vueltas y démosle al cuerpo lo suyo y dejémonos seducir por los encantos del pato. Para bolsillos modestos tenemos La Table Bordelaise, un pequeño local con grandes encantos.
Un recuerdo: Sería impropio no llevarse como recuerdo algo que no estuviera relacionado con el vino, desde una botella de tinto hasta un corcho de ese mismo caldo local. Un sitio para volver, sobre todo en compañía de buenos amigos.

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