PONFERRADA

Un paseo: Si El Bierzo tiene una ciudad principal, no cabe duda de que es Ponferrada, así que hagan como el viajero, que se recorrió el casco histórico, muy pedregoso él (en el mejor sentido). Y si el tiempo acompaña, prepárense a ver lo que es bueno.

Un restaurante: Cómo va a marcharse uno sin probar las delicias locales, que son muchas. El botillo debería ser de obligada degustación, ya sea en la ciudad o a un saltito de ella. El viajero tuvo la suerte de probar el del mesón Casa Marcos de la no menos bella Molinaseca, a pocos minutos de allí. Ah, con sopa, una variante muy acertada.


Una visita: Si el tiempo lo permite, Ponferrada ofrece lugares de interés para los amantes de las piedras con historia, como el Castillo de los Templarios. El viajero, más amante de verlos por fuera, invita a contarlo a quien lo vea por dentro.

Un recuerdo: Siempre se ha dicho que las visitas cortas, si se hacen con calma, dejan mejor sabor de boca. Por eso se recomienda ir despacito por esta ciudad, con cuestas y adoquines, pero también llanos.
Bar Godivah

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