SOMIEDO (Pola y sus pueblos)

UN PASEO: Si se trata de pasear, Somiedo lo tiene todo para quien no le teme a las pendientes, ni a la niebla, ni al calor, ni a nada. Las sendas están bien señalizadas y la información sobre las rutas es precisa. El consejo que da el viajero es que se vaya pasito a pasito gozando de un paisaje único. Será como estar en las nubes, literalmente.
UN RESTAURANTE: Una curiosidad de la zona es que en cualquier rincón se encontrará el viajero una buena mesa. La de Casa Cobrana reúne cantidad y calidad, por eso el viajero la recomienda, especialmente su cachopo de setas.
UNA VISITA: Todo el parque natural es una visita constante, desde sus lagos hasta sus construcciones ancestrales, las brañas, que nos encontraremos por todas partes.
UN RECUERDO: El viajero urbanita tuvo la sensación de que tanto esplendor campestre le hacía ver cosas que solamente son posibles en la naturaleza.
El caballo de Pippi

Comentarios