BRATISLAVA
Un paseo: Alrededor de plazas tan centroeuropeas se estructura la pequeña y coqueta ciudad, donde el viajero siempre encontrará esa pizca de autenticidad. Pequeña y elegante, Bratislava nos regala una hermosa caminata
Un restaurante: El viajero llegará a la conclusión de que la sopa es de obligado respeto, y en el mesón Bratislavská Kozlovna la ponen de guisantes y muy rica.
Una visita: Hay torres y templos por toda la ciudad, y también unos callejones donde encontraremos sorpresas a todos color.
Un recuerdo: Al regresar a casa, el viajero tendrá que plantearse la vuelta al trabajo, por eso tendrá siempre en mente a aquellos que destacan por su voluntad de servicio público.
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