BÉRGAMO

Un paseo: Las ciudades encaramadas son estupendas desde abajo. Aunque la parte de abajo de Bérgamo tiene lugares coquetos, hay subir a la Città Alta para impregnarse del carácter bergamasco. Para los menos andarines está el funicular. Una visita: las ciudades monumentales muestran mucho por fuera, pero el interior de las cosas es sorprendente. Empujen la puerta de esta iglesia y lo comprobarán. Un restaurante El jardín del Circolino es ese rincón que todos conocen con razón. Los miércoles al sol son inmejorables comiendo casoncelli. Un recuerdo: Cuando el viajero se alivia los pies y se queja, a veces olvida que el dolor habría podido ser peor.