BRESCIA
Un paseo: Brescia es una ciudad para perderse y aparecer -a veces en el mismo sitio- con la boca abierta haciéndole fotos a casi todo. Una gran desconocida con todo lo que seduce al viajero, por eso es patrimonio de la UNESCO.
Una visita: Cuando el viajero cree haberlo visto todo, se mete en una vieja catedral y descubre que el patrimonio universal es algo valioso.
Un restaurante: En una de esas plazuelas que aparecen en el extremo de una plaza mayor, está el Mac delle Ure, uno de esos sitios modestos que seducen con los casoncelli. Pruébese.
Un recuerdo: Cuando uno quiere darse cuenta, ha olvidado lo que tenía que recordar en esta ciudad y mira el reloj para darse cuenta se que lleva casi 20.000 pasos.
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